Reproducción de Psitácidos en Cautiverio

La reproducción de psitácidos en cautiverio es un reto y uno de los placeres y logros más codiciados por las personas que disfrutan de la avicultura. A diferencia de la gran mayoría de especies domésticas como son perros, gatos, equinos, etc la reproducción de psitácidos es un proceso mucho más complejo y que requiere de cuidados específicos y brindar a nuestras aves condiciones adecuadas para que puedan sentirse lo suficientemente cómodas para querer y lograr reproducirse. En este artículo encontraras información general y amplia acerca del proceso de reproducción de distintas especies de psitácidos y algunos de los puntos más importantes para poder tener un programa de reproducción exitoso en cautiverio.

 

Uno de los primeros puntos que debemos considerar es la biología de las aves, al ser seres bastante longevos con esperanzas de vida que van desde los 10-12 años para especies pequeñas hasta especies que llegan a superar los 80 años de vida. Tomando esto en consideración la edad en la que llegaran a su madurez sexual las aves dependerá en gran medida de su esperanza de vida, especies más pequeñas como un periquito australiano que tiene una menor esperanza de vida puede llegar a su madurez sexual a los 6 a 8 meses de vida. Mientras que una guacamaya o cacatúa que son especies mucho más longevas alcanzaran su madurez sexual a los 3 a 5 años de vida. Ahora bien, definimos como madurez sexual la edad en que las hembras son capaces de ovular y producir huevos, mientras que en los machos nos referimos a la etapa en la que son capaces de producir espermatozoides que sean capaces de fecundar el óvulo de las hembras. Sin embargo, el hecho de que nuestros ejemplares alcancen su madurez sexual no quiere decir que tendrán una madurez reproductiva o que vayan a reproducir a esa edad. Gracias a los esfuerzos de etólogos, biólogos, veterinarios y criadores de aves hemos podido determinar esas edades mediante estudios tanto en la naturaleza como en cautiverio y recordemos también que los psitácidos son seres sumamente complejos y no existen las reglas generales.

 

Que estimula la reproducción en los psitácidos, aquí nuevamente entramos a un tema sumamente diverso. Podemos comenzar por hacer una distinción esencial. Existen psitácidos que en la naturaleza suelen ser especies monógamas y con ello no nos referimos a que a lo largo de su vida no puedan llegar a cambiar de pareja, sino que solamente lo hacen bajo situaciones extremas como la pérdida de su pareja. Estas especies dentro de las cuales una de las más conocidas por ello son las guacamayas forman vínculos emocionales muy estrechos con su pareja, permanecen juntas a lo largo del año no solamente durante la temporada de reproducción y llevan a cabo múltiples actividades juntas previo, durante y después de la temporada de reproducción que fortalecen su vínculo y además sirven para fomentar actividades reproductivas. En muchas de estas especies son los cambios estacionales los que comienzan a estimular las conductas reproductivas. Dependiendo la zona geográfica en la que se encuentren puede ser que un aumento en las horas de luz solar, o bien el aumento en la cantidad de alimentos disponibles de manera natural, o el frio comienzan a estimular conductas reproductivas.

 

Estas conductas son complejas e incluyen en la gran mayoría de especies de Psitácidos la localización de un nido adecuado para la postura y la crianza de sus polluelos. La gran mayoría de especies de psitácidos no construyen sus propios nidos (aunque hay algunas que si lo hacen como las cotorras Quaker (myiopsittaca monchuus) y algunas otras más). La gran mayoría de especies de psítacidos utilizan nidos de otras especies de aves o mamíferos los cuales usan solo de refugio temporal y durante una temporada específica del año. Al ser presas es para ellos vital encontrar un nido en el cual puedan sentirse seguros, esto normalmente lo hacen eligiendo nidos a alturas importantes lo que imposibilita a gran número de depredadores llegar a ellos, otro aspecto importante de los nidos es que deben protegerlos del medio ambiente, los psitácidos son en su totalidad aves nidofílas por lo que al nacer del huevo no han completado aún su desarrollo y deben completar este desarrollo dentro del nído. Esto vuelve vital que el nido sea capaz de protegerlos del medio ambiente, de la lluvia, la exposición solar directa, cambios bruscos de temperatura ya que todo eso pudiera poner en riesgo el éxito de la crianza de los polluelos.

 

Además del proceso de búsqueda de un nido adecuado una vez que los padres lo identifican tienen que hacer un proceso de preparación del nido. Al ser en la mayoría de especies de Psitácidos nidos reutilizados de otras especies (por ejemplo algunas especies de conuros anidan solamente en nidos de termitas abandonados) deben preparar el nido, limpiándolo y creando sustrato adecuado el cual sea capaz de absorber las heces tanto de padres como de los polluelos que dependiendo de la especien vivirán desde unas 4 a 6 semanas dentro del nido hasta más de 12 semanas en algunos casos. Tomando esto en cuenta es que los padres seleccionan un nido de un tamaño adecuado para albergarlos a ellos y a sus polluelos durante ese tiempo. La mayoría de las especies de psitácidos realizan en pareja o en colonia este proceso de preparación del nido. Y durante este proceso que suele ser largo y en el cual pasan varias horas del día en la oscuridad del nido preparándolo es que comienzan a surgir cambios hormonales que estimulan el proceso de reproducción.

 

Otro punto importante que consideran las aves al momento de seleccionar un sitio en donde anidar es no solamente que se sientan seguros y que les brinde un refugio adecuado frente al medio ambiente sino que valoran la accesibilidad a fuentes de alimento y agua en la zona. Tomemos en cuenta que la mayoría de los psitácidos comienzan con su proceso de reproducción fuera de los meses con mayor disponibilidad de alimentos ya que el proceso de preparación del nido puede llevarles un par de meses, además durante este periodo dependiendo de la especie los machos tienen que ser capaces de cortejar a su hembra, aunque sean parejas ya formadas con muchas temporadas de reproducción juntos el cortejo y las actividades de formación de vínculos emocionales son sumamente importante para ellos, más aún para las especies que solamente conviven en pareja durante la temporada de reproducción. Los machos deben demostrarles a las hembras que serán capaces de proveerles tanto alimentos como protección a ella y a sus polluelos ya que el proceso de crianza en la mayoría de las especies de psitácidos es un proceso en el que ambos padres participan.

 

Entonces como comentábamos la mayoría de especies de psitácidos comienzan su proceso de reproducción un par de meses antes de los meses con mayor disponibilidad de alimentos. Las actividades de cortejo, preparación de nido y formación de vínculos generan tanto en machos como en hembras cambios hormonales. Estos cambios activan en los machos la producción de espermatozoides en el testículo que les dará la capacidad de fecundar los óvulos (huevos) que produzcan las hembras. Estos cambios hormonales también los vuelven más territoriales y agresivos. En las hembras los cambios hormonales comienzan a estimular los ovarios que serán los responsables de producir los óvulos (huevos) pero también les producen cambios a nivel metabólico que las prepara física y metabólicamente a un proceso demandante para el cuerpo que será la ovoposición, la incubación y la crianza de los polluelos los cuales son sumamente demandantes en alimentación y atención.

 

Estos mismos cambios y procesos deben poder llevarse a cabo en cautiverio para poder tener programas de reproducción exitosos. Es sumamente importante el que durante la etapa de juveniles las aves tengan la posibilidad de convivir con congéneres de la misma especie, esto les enseña a entender sus roles y las distintas estructuras sociales que son complejas y distintas por especies. Esto les puede permitir al llegar a su etapa de madurez sexual intentar o comenzar a elegir una pareja y el comportamiento adecuado que deben tener con ella si es que esperan poder cumplir con su misión biológica y genética de trasmitir su ADN a futuras generaciones. Debemos en cautiverio brindares espacios adecuados y suficientes que les permita ejercitarse, el ejercicio y actividad física principal en casi todas las especies de psitácidos es el vuelo. El vuelo es sumamente importante para su bienestar físico, su salud cardiopulmonar y metabólica y para su bienestar psicológico. Idealmente en programas de reproducción debemos brindarles un espacio suficiente para el tamaño de la especie que les permita el vuelo. Esto es también muy importante en algunas especies de Psittaculas como los Kramer o Alejandrinos los cuales gran parte de sus actividades de cortejo las realizan con bailes y actividades que incluyen el vuelo.

 

Frecuentemente recibimos preguntas sobre los tipos de nidos adecuados para cada especie, tamaño, forma, materiales, sustratos, etc. Como hemos venido aprendiendo en la naturaleza el nido es algo que toma una suma importancia en la reproducción. Aunque la gran mayoría de especies de Psitácidos llevan a cabo la reproducción en pareja, existen otras que realizan esta reproducción en colonias compartiendo nidos, o simplemente anidando muy cerca las unas de las otras. Resulta muy importante conocer estos comportamientos en la naturaleza de la especie que estamos intentando reproducir para poder simularlos lo más posible en su vida en cautiverio para poder tener las mejores posibilidades de lograr reproducirlos. La ubicación del nido es muy importante, existen especies como el amazona leucocephala (cotorra cubana) que anidan en grietas de roca en el piso, otras especies de guacamayos prefieren preferentemente huecos amplios en troncos altos de árboles o palmeras, mientras que otras como cyanoliseus patagonuus (loros Patagonia) anidan en rocas de acantilados, por lo que el conocer estas características de su comportamiento en la naturaleza nos permite replicarlos en cautiverio lo que hará sentirse a nuestras aves mucho más cómodas.

Otro aspecto importante por cuidar en cautiverio es la compatibilidad de la pareja de aves que estamos intentando reproducir. Como hemos podido constatar a lo largo de este artículo la reproducción es un proceso largo que inicia mucho antes de la postura de los huevos. Inicia desde el momento de selección de pareja, las actividades de formación de vínculo de las parejas, la búsqueda de un sitio adecuado para anidar, actividades de cortejo y búsqueda de alimentos, el apareamiento, la postura, la incubación de los huevos y la crianza de los polluelos. En cautiverio muchas veces las aves no son capaces de elegir su propia pareja y al ser este uno de los primeros requerimientos para tener una reproducción adecuada no se podrá tener un programa de reproducción exitoso. Si el par no es compatible no realizaran la preparación del nido juntos, no habrá cortejos incluso podrá haber peleas por los cambios hormonales que normalmente solo sucederán en el ejemplar dominante de la pareja, si la hembra es la dominante podrá agredir al macho, privarlo de alimentos etc y todo esto ocasionará que el macho no tenga los cambios hormonales necesarios para tener una producción de espermatozoides o un testículo funcionante, muchos de estos machos no intentaran siquiera copular con la hembra por miedo a ser agredidos físicamente y incluso algunos que pudieran intentarlo no tendrán capacidad de fecundar los óvulos que produzca la hembra. Recordemos que la ovulación y ovoposición en las aves es un proceso que lleva días y para lograr adecuadas tasas de fecundación la pareja debe copular en múltiples ocasiones durante todo este proceso. En muchos de estos casos en los cuales las hembras son sumamente dominantes o no aceptan al macho podemos ver posturas con huevos infértiles.

 

En el caso contrario cuando los machos son muy dominantes y no aceptan a la hembra o no se emparejan suelen ser ellos los que las agreden físicamente, los que las privan de alimentos siendo muy territoriales y cuidando las fuentes o zonas de alimentos. En estos casos lo que normalmente observamos son parejas que durante la temporada de reproducción en la cual el macho sea el único que tiene cambios hormonales se vuelven mucho más agresivos hacia su pareja y en estos pares no suele siquiera haber posturas, en el algún caso en los que si las hay las hembras no suelen dejarse copular por el macho por que le tienen miedo. Es común en estos casos observar machos que no dejan a sus hembras salir del nido. Debido a esto es que el tener un par compatible es uno de los principales requisitos para tener un programa de reproducción adecuado. El entender el comportamiento y la estructura social de cada especie nos permite saber que hay especies en las cuales podemos con mayor facilidad realizar un cambio de pareja, especies que requieren un largo tiempo para formar vínculos y preferentemente madurar juntas, especies como los eclectus en las cuales en la naturaleza normalmente una hembra es atendida por varios machos durante la temporada de reproducción. El entender y conocer estos factores nos permite replicarlos y hacer cambios que se semejen más a la naturaleza pudiendo tener un mayor éxito en la reproducción en cautiverio.

 

Otro de los puntos importantes en la reproducción es la alimentación. La alimentación nos permite como cuidadores de aves en cautiverio garantizar su bienestar tanto físico como psicológico. En la naturaleza las aves dedican gran parte de su día a la búsqueda y obtención de alimentos, esto tanto durante la temporada de reproducción como fuera de ella. Esto es uno de los factores a los que menos se les ha prestado atención en la avicultura tradicional, pero que afortunadamente cada vez se conoce más y se concientiza más. Esto corresponde a las actividades de forrajeo que permiten que nuestras aves se ejerciten tanto física como mentalmente para obtener sus alimentos. La calidad de la alimentación es un punto vital para la salud de nuestras aves. La mayoría de especies de psitácidos en la naturaleza tienen dietas omnívoras aunque existen algunas especies con dietas sumamente específicas y poco diversas la gran mayoría suelen tener dietas bastante diversas. Afortunadamente en cautiverio tenemos cada vez más opciones de dietas diversas y balanceadas que han sido desarrolladas específicamente tomando en consideración las necesidades nutricionales de las distintas especies de psitácidos.

 

La alimentación es vital para un programa de reproducción exitoso, para poder tener a nuestras aves en las mejores condiciones siempre debemos ofrecerles una dieta de la mejor calidad a lo largo del año. Aunque existen formulas de alimentos clasificadas como para “reproducción” esto en realidad no tiene sustento. Como hemos podido constatar gran parte de el proceso de reproducción a nivel metabólico y hormonal sucede fuera de la temporada de reproducción, para muchos psitácidos es incluso vital tener el plumaje en las mejores condiciones para la reproducción para poder atraer hembras, para el proceso de cortejo, etc y el plumaje esta constituido casi en su totalidad por proteínas. La muda de las plumas sucede en la mayoría de las especies posterior a la temporada de reproducción y es un periodo de gran demanda metabólica para las aves por eso el ofrecer dietas de “mantenimiento” durante este periodo les supone un mayor estrés metabólico e impide que nuestras aves lleguen en condiciones óptimas a la temporada de reproducción. Es por eso que nuestras fórmulas están ideadas para siempre ofrecer la mejor calidad nutricional a las aves a lo largo del año para lograr mantenerlas en las mejores condiciones a lo largo del año.

 

Sin embargo, si hay consideraciones y cambios que se deben tomar en la alimentación para tener un programa de reproducción adecuado. Como comentamos la nutrición debe garantizar un aporte tanto proteico como de grasa suficiente para la especie, esto permitirá que nuestras aves puedan tener cambios hormonales que les permitan a los machos tener una espermatogénesis adecuada y a las hembras una ovulación adecuada. El ofrecer dietas con contenidos muy elevado de grasa para la especie o de carbohidratos y alto contenido de fructosa u otro tipo de carbohidratos simples tienen repercusiones negativas en el estado de salud de nuestras aves condicionando enfermedades crónicas como la obesidad, hígado graso, diabetes, ateroesclerosis entre otras, todo esto afecta la fertilidad de las aves y los programas de reproducción. Durante la temporada de reproducción debemos cuidar especialmente tanto la calidad de los alimentos como la abundancia de estos. Recordemos que durante este proceso los machos y las hembras deben sentir una seguridad alimenticia suficiente que les permita plantearse el no solo tener alimento suficiente para ellos sino para las crías que estarán por venir. Es por eso por lo que la cantidad de alimentos debe aumentarse durante este periodo cuidando siempre la calidad de estos.

 

Es importante en este momento recordar que las dos principales deficiencias nutricionales que encontramos en las aves en cautiverio son: a nivel de macronutrientes deficiencia de proteína, tradicionalmente se ha alimentado a los psitácidos con dietas a base de semillas las cuales tienen un alto contenido de grasas y aunque algunas tienen un aporte proteico no despreciable no suele ser lo suficientemente alto para cubrir con las demandas metabólicas, menos aun de los polluelos en desarrollo. Otro de los alimentos que tradicionalmente se ofrece a los psitácidos en cautiverio son las frutas, sin embargo, las frutas destinadas para consumo humano suelen ser frutas maduras con un alto contenido de fructosa, mientras que los psitácidos en su hábitat suelen consumir frutos verdes, no maduros para evitar la competencia con mamíferos como primates, murciélagos, otras aves e insectos entonces su consumo de carbohidratos simples como es la fructosa es relativamente bajo. Las dietas altas en fructosa en la mayoría de las especies pueden condicionar a problemas de salud como sobrepeso, resistencia a la insulina, diabetes mellitus, daño renal y hepático. Por esto debemos evitar el ofrecer a nuestras aves alimentos que tengan azucares añadidos como glucosa, fructosa, melaza entre otros edulcorantes. La segunda deficiencia nutricional que más frecuentemente encontramos en los psitácidos en cautiverio es el calcio. El calcio es vital para la salud musculo esquelética de las aves y sobre todo en la temporada de reproducción ya que el proceso de ovoposición genera una gran demanda metabólica de este mineral al organismo del ave. Es por eso que debemos ofrecer a nuestras aves dietas balanceadas que vengan ya suplementadas con vitaminas y minerales. Además, que el que estos suplementos vengan ya añadidos a las dietas tiene múltiples ventajas. Una de ellas es que la mayoría de vitaminas se oxidan con el oxígeno y la luz por lo cual cuando las añadimos dentro del agua de las aves sufren una mayor oxidación por los rayos solares ya que el agua ejerce un fenómeno de amplificación en las ondas de luz. Además, el suplementar estos en el agua genera un mayor riesgo de contaminación bacteriana en el agua la cual puede dañar la salud de nuestras aves y existe también un fenómeno de sedimentación sobre todo de los minerales en el agua que a pesar de que intentemos disolverlos con el paso de las horas se sedimentan por lo que se acumulan en el fondo de los recipientes de agua y nuestras aves no son capaces de aprovecharlos al máximo.

 

Por último mencionar también que la tranquilidad y poder ofrecer a las aves en cautiverio espacios amplios y adecuados que generen bajos niveles de estrés es algo vital para tener programas de reproducción exitosos. El estrés genera hormonas que son contraproducentes para la salud reproductiva en las aves, ellas necesitan espacios en dónde puedan sentirse seguras para llevar a cabo todo el proceso de reproducción. El tener espacios adecuados, dietas adecuadas y pares compatibles con una adecuada madurez sexual, conociendo los requerimientos de dietas, nidos y espacios de cada una de las especies permitirá que ellas se sientan lo suficientemente cómodas para poder tener conductas reproductivas. Que los machos puedan realizar un adecuado cortejo a las hembras, que entre ambos preparen el nido teniendo una estimulación hormonal que permita un funcionamiento gonadal correcto lo que resulta en buenas tasas de fecundación y programas de reproducción exitoso. Sin duda la reproducción de psitácidos en cautiverio es un proceso complejo que requiere de conocimientos adecuados de las especies para poder brindarles condiciones adecuadas, dietas adecuadas, espacios y nidos seguros que garanticen el éxito en uno de los mayores placeres que puede brindar la avicultura. Recordemos por último que la reproducción en cautiverio es sinónimo de conservación de especies y gracias al esfuerzo de múltiples avicultores a lo largo y ancho del mundo, zoológicos, biólogos, etólogos y muchísimas personas se ha logrado evitar la extinción de múltiples especies de psitácidos, aves, mamíferos, etc. por tener programas de reproducción exitosos que permiten contrarrestar el tráfico ilegal de especies, la pérdida de hábitats naturales y el cambio climático que se producen todos por la actividad humana en el planeta.

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